
Recuerdo sobre todo las páginas sobre el 11-S , la angustia que pasamos los que tenemos familia viviendo allí y los pensamientos que tuvieron el día después, todo ello lo veo reflejado en esta libro por el autor.
El título es muy apropiado ya que cuando vas por Manhatan o incluso desde tu propia ventana, y dado que la mayoría de casas no tienen persianas , es curioso ver a través de ellas fragmentos de la vida cotidiana de quien allí vive y los contrastes que puede haber en un mismo edificio, es algo que me impactó la primera noche que pisé Nueva York paseando por el Harlem Latino. Y la última vez que estuve, recuerdo una noche en un apartamento en Park Avenue cuando me senté delante de la ventana y pude contemplar sin ningún problema todo lo que ocurría en el edificio de enfrente: distintas habitaciones, distintas decoraciones, distintas luces, me sentía como en la ventana indiscreta y todo el rato pensaba ¿se sentirán observados?.Es el diario de a bordo que a todo visitante le hubiera gustado escribir.
La única pega que le pongo es que, quizás, a quien no haya visitado la gran manzana y le sea difícil relacionar situaciones y lugares, le resulte un poco tostón. He visto opiniones encontradas sobre este libro, la mía no puede ser más subjetiva: adoro esta ciudad.
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